Una de las herramientas más útiles para garantizar la continuidad de la empresa familiar es el protocolo familiar. Sirve para fortalecer la comunicación dentro de la familia empresaria, establecer objetivos compartidos, ordenar la toma de decisiones y prever un plan de sucesión. El análisis DAFO es la mejor metodología para conocer el contexto de la familia empresaria.
Para que un protocolo familiar resulte exitoso es fundamental conocer bien el contexto de la organización. Sin este paso previo no se pueden proponer soluciones útiles. Algunas cuestiones en las que hay que adentrarse son las siguientes:
- Conocer el negocio de la empresa. Hay que comprender qué es lo que hace la empresa y cómo lo hace, su posicionamiento en el mercado, los retos del sector, etc. Sin este requisito será muy difícil plantear un protocolo familiar viable.
- Estudiar el contexto financiero de la empresa. Es necesario conocer las cuentas de la empresa, sus estados financieros, las ventas, liquidez, beneficios, etc.
- Comprender a la familia empresaria. Cada familia es un mundo, y hay que adentrarse en el universo de las relaciones personales para detectar los posibles conflictos y encauzarlos positivamente.
- Considerar la estructura interna de la empresa. Es muy importante tener presente el organigrama de la empresa, identificar a los actores clave y quiénes son las personas con mayor peso en la adopción de decisiones, incluyendo a quienes no formen parte de la familia empresaria.
- Analizar el sistema de gobierno corporativo de la empresa. Es un aspecto que conviene tener muy presente, para estudiar si conviene modificar el órgano de administración de la sociedad, o crear órganos sociales que permitan mejorar la gobernabilidad de la empresa.
- Identificar quiénes pueden ser los sucesores más capacitados para, llegado el momento, seguir adelante con la empresa familiar.
Una vez estudiadas las anteriores cuestiones y otras, y con carácter previo a la redacción y propuesta del protocolo familiar, es muy útil presentarle a la familia empresaria un análisis DAFO que les permita situarse con respecto al estado actual de la empresa y la familia. La metodología DAFO fue implantada por el ingeniero químico Albert S. Humphrey, MBA por Harvard, que trabajó como consultor de empresas enfocado en la mejora organizacional.
El análisis DAFO permite identificar los siguientes puntos clave:
- Debilidades: son los elementos internos tanto de la empresa como de la familia que son negativos. Por ejemplo, el conflicto personal entre los miembros de una rama, o la necesidad de una mayor profesionalización en la empresa.
- Amenazas: son las cuestiones negativas que pueden venir desde fuera. Un ejemplo serían los cambios regulatorios, la subida del precio de las materias primas, un incremento de impuestos, etc.
- Fortalezas: son las cuestiones positivas internas de la familia y la empresa. Por ejemplo, la fuerte implicación de los miembros de la familia con la empresa, o la excelencia de los productos que fabrica la compañía.
- Oportunidades: son las cuestiones positivas del contexto exterior que pueden ayudar a la empresa. Por ejemplo, una bajada del precio del combustible o una rebaja de impuestos.
Conociendo las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades, a la familia empresaria le será mucho más fácil enfocarse en las soluciones que resulten adecuadas para la empresa. Se trata de una forma visual y clara para comprender el contexto de la organización, y un método que permite proponer de forma natural las soluciones adecuadas a los retos y carencias de la empresa.